POTENCIA TU MENTE: EMPEZANDO A ESCULPIR EL CEREBRO

Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metafórica. Ahora sabemos que es literal: “Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro”

Es difícil esculpir el cerebro cuando uno no se siente muy bien. Por ejemplo, ser optimista cuando uno se siente mal y su visión del mundo simplemente es la que es, es difícil. Estudios recientes revelan que no se trata sólo de una cuestión de actitud; el optimismo está determinado por áreas cerebrales específicas cuya regulación va mucho más allá del deseo de ver la vida color de rosa.

¿Que es lo primero que podemos hacer para empezar a gestionar nuestro cerebro? La respuesta es sencilla, pero no simple.

VERBALIZAR.

Cuando no podemos describir por medio del lenguaje, no somos capaces de verbalizar ni describir sentimientos, emociones, o cualquier cosa que queramos describir, resulta muy difícil poderlo gestionar.

Cuando una persona se identifica con lo que otra habla, dice sorprendida: “eso es justo lo que me pasa a mi”. Entonces, curiosamente, esa persona empieza a sentirse mejor.

La explicación a todo esto es que para verbalizar algo usamos la parte izquierda de nuestro cerebro, la parte donde se encuentra el centro del lenguaje en los humanos, que es además, la vía de las emociones positivas. Así, al usar el lenguaje al contar algo que nos preocupa, se elimina mucha de la negatividad que ese algo que contamos pueda tener.

 Empecemos esculpiendo nuestro cerebro, hablando, escribiendo, contando, expresando ...¿dónde mejor que en una sesión de coaching?... No me cansaré de resaltar los beneficios emocionales que nos aporta hablar. Gracias a los vínculos que existen entre las palabras y las emociones, hablar no sólo nos permite desahogarnos y liberarnos de las cosas que nos preocupan, sino experimentar sentimientos placenteros y positivos que acompañan a la comunicación entre las personas.

Flor Jimeno