miércoles, 23 de noviembre de 2011

DESPLIEGA TUS ALAS




Los seres humanos construímos una identidad, una personalidad, una descripción de nosotros mismos y nos aferramos a ella, no queremos soltarla, y cuando la vida nos dice que si queremos mantener nuestra libertad real hemos de soltar esa identidad, cambiar, transformarnos, no lo hacemos.

Hay una razón profunda para no soltar la identidad, la personalidad. Cada uno se ha identificado completamente con una imagen, si esa imagen desaparece, entonces la sensación que tenemos es que nos morimos, que desaparecemos.

Es algo así como un gusano que se resiste a verse convertido en mariposa. Yo me imagino que en el momento en el que el gusano entra en ese espacio oscuro e informe que es el capullo, para dejar que las enzimas le liberen de su identidad de gusano, sólo la confianza en que la naturaleza tiene una inteligencia superior puede hacer que se mantenga dentro del capullo y comience su fase de crisálida. Cuando se abre el capullo, el ser que sale de ahí ya no es un gusano, sino una mariposa. Ha habido no ya un cambio, sino una verdadera transformación. Desde la identidad de gusano, aunque él no lo supiera, volar era una posibilidad. Sin embargo, sólo su transformación en mariposa ha hecho que esa posibilidad se despliegue en una extraordinaria realidad. Lo mismo ocurre con una bellota, la cual encierra en su interior la posibilidad de una encina. Sin embargo, hasta que no desaparezca la bellota, no podrá aparecer la encina.

De la misma manera, una serie de cosas que serían posibles para nosotros, si actualizáramos nuestro potencial, no lo son porque no entran dentro de lo que es sensato y razonable desde la perspectiva de nuestra identidad. Cada uno tiene una perspectiva única desde la que contempla todo y no se puede alcanzar otra perspectiva hasta que no se esté dispuesto a trascender la propia identidad, a descubir que no somos seres rígidos con un papel fijo y determinado en la vida, sino que somos criaturas capaces de expresar una creatividad asombrosa. En esto consiste el hecho de descubrir nuestra propia magia.

En la vida, cuando algo nos importa de verdad y sentimos el miedo al vacío, hemos de confiar en que, cuando demos un paso adelante, a pesar de nuestro miedo, comenzarán a desplegarse nuestras alas.

(extraído del libro “Reinventarse” de Mario Alonso Puig)

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